Las empresas cada vez tienen mayor dependencia de los sistemas informáticos en un mercado globalizado donde la tecnología juega un papel fundamental. La cantidad de información que maneja un negocio hoy en día es inmensa debido al uso de una amplia variedad de canales de comunicación. Para poder dar respuesta a este marco global es necesario contar con una infraestructura adecuada capaz de responder con rapidez, eficiencia y agilidad.
La arquitectura hiperconvergente o HCI es una de las mejores alternativas actualmente para poder gestionar un centro de datos de manera óptima, pudiendo afrontar la gran demanda en la gestión de datos de las empresas.
Qué es la arquitectura hiperconvergente o HCI
La HCI (Hyper Converged Infrastructure) o arquitectura hiperconvergente es una infraestructura de tecnologías de la información que está definida por software, utilizando la virtualización como herramienta para establecer todos los elementos necesarios para su funcionamiento.
Cuando hablamos de este tipo de arquitectura lo hacemos de la combinación de tres elementos principales:
- Virtualización de recursos informáticos.
- Virtualización del almacenamiento.
- Virtualización de redes.
La principal diferencia entre la HCI con la arquitectura tradicional convergente es que desvinculan la dependencia de estos tres elementos del hardware, gracias al empleo de software específico.
Cómo funciona la infraestructura hiperconvergente
En el funcionamiento de la infraestructura hiperconvergente, el hardware se mantiene en un segundo plano, actuando como un fondo de recursos al que se accede según las necesidades de cada momento. Los sistemas hiperconvergentes funcionan como un servicio en la nube, corriendo en servidores virtualizados, es decir, la infraestructura se ejecuta virtualizada en la capa del hipervisor, siendo el hardware un factor irrelevante para el usuario.
Este sistema funciona creando máquinas virtuales cada vez que sea necesario, lo que ayuda a la continuidad de los servicios, evitando cualquier tipo de interrupciones. Un sistema hiperconvergente no tiene límites porque siempre se puede generar una nueva virtualización con los recursos necesarios.
Ventajas de adoptar una arquitectura hiperconvergente
El uso de servidores hiperconvergentes es cada vez más habitual por todas las ventajas que aportan a empresas y organizaciones.
Veamos cuáles son los principales beneficios de la hiperconvergencia.
Reducción de costes
Una de las grandes ventajas de HCI en relación con las infraestructuras convergentes tiene que ver con los costes asociados que son menos elevados. Muchos de los gastos de este tipo de infraestructuras tienen un coste menor, como por ejemplo:
- Gastos en hardware (al estar basados en hardware x86 es más económico).
- Menor consumo energético.
- Menores gastos de reparación y mantenimiento.
A pesar de que en estos sistemas la inversión en software es mayor que los convergentes, el ROI o retorno de la inversión es mucho mayor, por lo que se consideran un sistema mucho más rentable.
Gestión simplificada
En la hyper converged infrastructure todos los procesos tienen lugar en la misma capa, por lo que su monitorización y control es mucho más sencilla al poder ser centralizada. En este tipo de infraestructura se eliminan la mayor parte de procesos manuales, siendo esta automatización clave para permitir una gestión más sencilla y eficiente.
Reducir la complejidad de los centros de datos
La vinculación del hardware con la computación, redes y almacenamiento en los centros de datos convergentes hacen que la infraestructura sea más compleja y costosa. La HCI viene a reducir la complejidad de los centros de datos, consiguiendo mayor rendimiento sin necesidad de utilizar grandes cantidades de recursos (mayor optimización de los recursos disponibles).
Sistema escalable
La flexibilidad y escalabilidad de la HCI permite ofrecer lo que la empresa necesita en cada momento de una forma rápida y eficiente. La virtualización juega un papel clave en la escalabilidad de este tipo de infraestructura, adaptándose de manera rápida y sencilla a las necesidades de cada momento.
En el caso de que sean necesarios más recursos, se añade un nuevo nodo hiperconvergente al que todas las máquinas virtuales existentes tendrán acceso al mismo y a los nuevos recursos que incorpora.
Adaptabilidad y disponibilidad total
Finalmente, podemos destacar dos ventajas muy interesantes que también aportan la arquitectura hiperconvergente.
Por un lado, se adaptan a los recursos ya existentes en la empresa, siendo muy sencillo integrarlos con arquitecturas que ya usa la empresa. Esta facilidad de integración se debe a su independencia al hardware, pudiendo adaptarse a los recursos ya existentes para poder aprovecharlos y sacarles aún más valor.
Por otro lado, una HCI es una infraestructura que garantiza una alta disponibilidad de servicios y sistemas al estar todo virtualizado (no es necesario interrumpir los servicios para realizar actualizaciones, ampliaciones, configuraciones, mantenimiento…).
Con la infraestructura hiperconvergente HCI las empresas disponen de una solución ideal para gestionar sus demandas de procesamiento de datos y aplicaciones informáticas, con un sistema virtualizado que puede ser independiente del hardware.
La flexibilidad y versatilidad de HCI permite que muchas empresas no tengan que vincularse a largo plazo con un proveedor de servicio, pudiendo incluso utilizar un proveedor para el hardware independiente.